Laocoonte- Laura Alonso
LAOCOONTE
Al explorar las infinitas galerías de escultura del Museo Pio-Clementino, es fácil pasar por alto uno de los tesoros más preciados del Vaticano: la escultura de Laocoonte y sus hijos, una de las esculturas más famosas e influyentes de la historia occidental. No es exageración.
Esta escultura griega fue descubierta durante el Renacimiento y se convirtió en una fuente clave de inspiración para los artistas renacentistas, especialmente Miguel Ángel, así como otros artistas como Rubens, El Greco y Tiziano. Su belleza es tal, que incluso fue tomada como botín de guerra por nada menos que el propio Napoleón.
Artísticamente, hay dos cosas que destacan de esta increíble escultura. Primero, que es una representación asombrosa del sufrimiento humano. Cada músculo del cuerpo de Leocoonte es tenso y abultado mientras lucha contra las serpientes estrechadas. La agonía en su rostro es palpable.
En segundo lugar y quizás aún más profundo, es como una escena de tal horror aparente puede parecer tan hermoso a los espectadores. Plinio el Viejo, uno de los principales autores del arte en Roma, lo elogió como la mejor escultura del mundo conocido. Si visitas los Museos Vaticanos, puedes decidir por ti mismo.
En segundo lugar y quizás aún más profundo, es como una escena de tal horror aparente puede parecer tan hermoso a los espectadores. Plinio el Viejo, uno de los principales autores del arte en Roma, lo elogió como la mejor escultura del mundo conocido. Si visitas los Museos Vaticanos, puedes decidir por ti mismo.
El Museo Pío Clementino es uno de los más destacados museos que conforman los Museos Vaticanos. Además, tiene el honor de haber sido el primero de todos, fundado a finales del siglo XVIII, en 1771, por el papa Clemente XIV y ampliado por su sucesor Pío VI. De sus dos grandes ‘’padres’’ viene su nombre Pío Clementino.
Probablemente el lugar más destacado del Museo Pío Clementino sea el Patio Octógono, popularmente conocido como Patio de las Estatuas. Aunque la amplitud del museo y su riqueza hacen que destacar un lugar sea, cuanto menos, atrevido. Pero es innegable que el patio tiene un atractivo especial.
El Laocoonte, que hasta 1811 perteneció a la Real Fábrica de Porcelana de Buen Retiro, se trasladó a la Academia y es testimonio del estado en que se encontraba este grupo escultórico antes de las importantes restauraciones que se han hecho con posterioridad.
Es una escultura tallada en mármol blanco y alcanza una altura de 2,42 metros. Se trata de un grupo escultórico con tres figuras humanas (un hombre adulto barbado y musculoso, de mayor tamaño, junto a dos niños o jóvenes pequeños) y dos serpientes enormes. Las figuras del grupo se organizan en una visual piramidal.
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